miércoles, 18 de marzo de 2020

Echinacea, la planta de las defensas

¡Miércoles!

El uso de la fitoterapia como herramienta terapéutica tiene una desigual distribución en el mapa de Europa. Así, Alemania lidera el ranking de uso de plantas medicinales y, lo que es más importante, la prescripción por parte de los profesionales sanitarios (tanto médicos como farmacéuticos). En concreto, la Echinacea se encuentra en la posición número 1.




Como ya conocéis, los preparados farmacéuticos de Echinacea (Echinacea purpurea) son reconocidos por sus propiedades para aumentar las defensas y mejorar, en general, nuestro sistema inmune.
Ya conocida y utilizada por los indios nativos de América del Norte, era considerada una especie sagrada por sus propiedades curativas. En 1904 se encuentra la primera información sobre la introducción de la Echinacea en la medicina práctica, siendo la tintura de Echinacea uno de los productos más vendidos en América. Hacia 1930 comienza el cultivo y la utilización de la Echinacea, sobre todo en Alemania, país que aportará los estudios y la labor científica más importante de nuestros días respecto a su valor terapéutico. Desde este momento la popularidad de la Echinacea crece rápidamente y se generaliza su uso.


Sin embargo, con la aparición en el mercado del primer antibiótico (1945) el entusiasmo por la Echinacea decayó notablemente, ante la eficacia, rapidez y garantías curativas del antibiótico. Con el tiempo, la aparición de resistencias y la ineficacia de los antibióticos frente a los virus, responsables de los resfriados y numerosas infecciones del aparato respiratorio, hace que hacia 1970 los productos a base de Echinacea vuelvan a ocupar un lugar importante en la medicina.
 A día de hoy, debemos volver la mirada hacia lo más simple, lo primero que tuvo el hombre a su disposición para cuidar su salud: La fitoterapia.

El mecanismo de acción de la Echinacea se basa en un aumento de la inmunidad. En estudios realizados, tanto en animales como en humanos, los preparados de equinácea administrados por vía oral o parenteral actúan sobre el sistema inmunitario produciendo diversos efectos: estimulación de la fagocitosis e inducción de la producción de linfocitos y otras células del sistema inmune.

¿Qué os parecen estos comprimidos?
¡Hasta
el viernes!

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