Me apetecía haceros un Photo Diary con algunas fotos significativas del viaje a Madrid ya que no es plan de adjuntaros las 329 que inmortalicé.
Viaje especial, lleno de momentos guardados a través de instantáneas pero sobre todo, momentos que siempre recordarás.
Gastronómico, de compras, de paseo, "mirror selfies" (menos mal que no tengo este tipo de espejos en casa...), disfrutando de cada rincón que la capital nos brindó y que seguro nos brindará en nuestra próxima escapada, a la que le tenemos más ganas si cabe.
Lo bueno de viajar es ver cómo se abre tu mente, cómo descubres lugares que te encandilan. Da igual si el destino es cercano o está en la otra punta del mundo.
A veces, estando bien acompañada, hasta el rincón más sencillo puede parecerte el más maravilloso.
Otra de las cosas que me gusta de cuando viajo, es pensar que me quedan lugares (muchos) por descubrir. Pero, si te paras a pensar, esa es la mejor excusa para escaparte de nuevo e irlos añadiendo a tu guía personal de la ciudad.
A veces hemos de desconectar. Dejarnos de tonterías y no rizar el rizo. Disfrutar de pequeños instantes. Gozar de un buen café, de un buen libro, de una calle bonita, un paisaje nublado, un beso, una caricia, decir más te quiero, sentir, amar a tutiplén, alegrarnos y contagiarnos de alegría, rodearnos de personas que suman y no que restan, vivir, disfrutar, sonreír, reírnos de nosotros mismos, mordisquear un trozo de tarta de zanahoria sin sentirnos culpables de hacerlo, comprarnos un bolso que nos conquistado de un escaparate. Porque señores, de las cosas simples y de los pequeños momentos, uno construye su propio castillo de vivencias. Basta de posponer planes. Vivamos el momento y vivamoslo con intensidad!
Y con toda esta filosofía de viaje con fotos incluidas, me despido hasta el viernes :)
¡¡Disfrutad
pequeñ@s!!
pequeñ@s!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario